artoscopía asistida por ecografía (sonocirugía)

La Sonocirugía es la mejor manera para operar el tendón. Una ecografía es la fórmula más eficaz para explorarlo. La ecografía nos permite ver en qué estado se encuentran las fibras del tendón, detectar si hay pequeños desgarros, si hay hiper-vascularización o vasos sanguíneos anómalos, etc. Y nos deja verlo en directo y mientras movemos el transductor.

De este modo, desde la primera exploración de la zona afectada, se puede hacer una evaluación de la lesión y ver cómo responden los distintos tratamientos. Con la ayuda de la ecografía podemos diagnosticar, hacer el tratamiento guiado y el seguimiento. Así, y con un complemento de ejercicios específicos.

Cuando el amplio abanico de opciones no ha dado el resultado esperado de curación, es cuando aplicaremos la Sonocirugía. Con la combinación de la artroscopia y la ecografía, se mantiene un control muy elevado de donde está operando el traumatólogo en cada momento y cuáles son las zonas lesionadas.

Con la artroscopia solamente muchas veces no se detectan todos los puntos afectados porque la lesión está dentro del mismo tendón. Y luego también hay mucha mejoría en la recuperación. Además de tener una tasa de éxito mayor, al tratarse de una cirugía muchísimo menos invasiva, tu recuperación del paciente es notablemente más rápida