Las lesiones multiligamentarias tiene relación a la lesión de más de un ligamento de la rodilla. Siendo los principales ligamentos cruzado anterior (LCA), cruzado posterior (LCP), colateral medial (LCM) y colateral lateral (LCL). Cada uno de estos estabilizan la rodilla para permitir una movilización armónica. Los avances en el diagnóstico y tratamiento de estas lesiones permiten que los atletas de todos los niveles puedan regresar a sus deportes y tener el nivel de actividad que tenían antes de la lesión

Las radiografías iniciales deben obtenerse inmediatamente después de la evaluación del paciente. Es importante la realización de radiografías simples y de estrés para evaluar el compromiso óseo asociado y el grado de inestabilidad de la rodilla. La resonancia magnética nuclear (RMN) puede ser utilizada para identificar lesiones de tejidos blandos y lesiones óseas ocultas, pero sólo después de que el paciente ha sido estabilizado. La RMN es de gran ayuda para desarrollar un plan quirúrgico.

La exploración de la estabilidad de la rodilla debe realizarse sólo después de que la supervivencia de la extremidad ha sido garantizada y debe realizarse tan gentilmente como sea posible para evitar alguna lesión iatrogénica. En muchas ocasiones es difícil realizar una evaluación completa de todos los ligamentos por el dolor asociado

Una vez tomada la decisión de cuáles serán las estructuras para reparar o reconstruir, se debe planificar la cirugía de ligamentos de la rodilla. Es frecuente que, al tener que reconstruir varios ligamentos de la rodilla, sea necesario la utilización de aloinjertos, que son tendones provenientes de un banco de tejidos.

Las estructuras intraarticulares, como son los ligamentos cruzados, se reconstruyen mediante artroscopia. En los casos donde es necesario reconstruir los ligamentos colaterales internos y/o externos, se realizará una cirugía abierta. Por lo tanto, es frecuente que en una misma cirugía se combinen ambas técnicas. El momento óptimo para reparar las lesiones multiligamentarias de la rodilla con afección de los ligamentos colaterales es entre 10 y 14 días después de su aparición

El objetivo del tratamiento quirúrgico es proveer estabilidad, mantener el movimiento y lograr que la rodilla tenga funcionamiento activo para que el paciente pueda realizar sus actividades diarias

El proceso de rehabilitación dependerá de cada caso y del tipo de estructuras que haya sido necesario reparar o reconstruir. Sin embargo, por lo general, tras una primera etapa de una inmovilización de la rodilla en extensión, es frecuente la utilización de órtesis articuladas que permiten comenzar con la carga del peso del cuerpo a la vez que se protegen las estructuras reconstruidas. Esta segunda etapa varía entre los dos y los tres meses.

Pasado este período se incorporan actividades de bajo impacto que irán aumentando de manera progresiva. De esta forma, el proceso completo de recuperación se alcanza entre los seis y los nueve meses.