Osteotomías de la rodilla
Una osteotomía en un corte que se realiza en el hueso de manera controlada en quirófano, este corte permite al traumatólogo modificar los ángulos y ejes de carga de la extremidad inferior para corregir deformidades de la rodilla o redistribuir las cargas en la rodilla de una manera mas equilibrada.
Existen pacientes que presentan deformidades en la rodilla como el genu varo (pies zambos) o el genu valgo (rodillas con forma de “X”), las cuales mas allá de ocasionar un problema estético en el paciente traen como consecuencia la sobrecarga de algún compartimento de la rodilla ocasionándole al paciente dolor, limitación funcional y aparición de artrosis en el lado sobrecargado.
Las osteotomías son cirugías que buscaran corregir estas deformidades para evitar la progresión de la artrosis, disminuir el dolor y mejorar la funcionalidad del paciente. Este tipo de cirugías pueden realizarse en el fémur (osteotomía femoral) o en la tibia (osteotomía tibial), del mismo en estas cirugías puede abrirse un espacio dentro del hueso (osteotomías de apertura) o quitar una porción del hueso y cerrar el restante (osteotomías de cierre), de manera general se coloca una placa con tornillos para mantener la corrección conseguida.
Este tipo de cirugía generalmente se indican en pacientes jóvenes o de mediana edad, que comienzan con datos de dolor y artrosis y buscan seguir con una actividad física moderada o alta sin tener que someterse a la colocación de una prótesis. Con una técnica correcta se ha determinado que los pacientes sometidos a una osteotomía consiguen niveles de funcionalidad muy elevados y una mejoría casi completa de sus síntomas además de que la deformidad estética asociada es corregida.
La rehabilitación se comienza de manera inmediata posterior a la cirugía, restringiéndose el apoyo por un periodo de 4-6 semanas, pero comenzando con movilidad de la rodilla desde las primeras horas de la cirugía.
Antes de someterse a un procedimiento de este tipo, su traumatólogo debe solicitarle un protocolo de radiografías de rodilla, así como una resonancia magnética para valorar el estado de su cartílago y la presencia de lesiones asociadas. Es frecuente que la realización de una osteotomía se realice en el mismo acto quirúrgico que una reparación de un menisco o algún ligamento de la rodilla.